Estilo


«Nuestro estilo es lo que nos hace diferentes.»

El estilo es mucho más que la forma en la que vestimos o nos movemos; es la expresión de lo que somos, nuestra firma personal. Es ese toque único que dejamos en todo lo que hacemos, ya sea bailando, trabajando, hablando o simplemente viviendo el día a día.

En un mundo donde es fácil copiar lo que funciona, encontrar nuestro propio estilo es lo que realmente nos diferencia. No se trata de ser perfectos ni de encajar en un molde, sino de permitirnos mostrar nuestra esencia tal como es, con sus fortalezas, sus rarezas y sus particularidades.

El estilo en el baile: cuando ser tú marca la diferencia

Desde que empecé a bailar, he descubierto que el estilo es lo que marca la diferencia entre simplemente moverse y realmente transmitir algo. En la salsa, la bachata o cualquier otro baile, puedes aprender los pasos básicos, seguir la música y repetir una coreografía. Pero lo que realmente hace que un bailarín destaque es su estilo personal.

Cuando bailo, intento llevar mis propios movimientos, esos que me salen de forma natural. No busco imitar a los grandes bailarines ni encajar en una idea rígida de cómo se «debe» bailar. Prefiero permitirme fluir, improvisar y conectar con la música a mi manera.

He aprendido que el estilo no consiste en tener los pasos perfectos, sino en hacer que esos pasos hablen de ti. El estilo es esa manera personal de moverte que dice quién eres, qué sientes y cómo te expresas.

El estilo se construye con el tiempo

Encontrar tu estilo no ocurre de la noche a la mañana. Es el resultado de probar, equivocarte, atreverte a hacer algo diferente y, sobre todo, de ser fiel a ti mismo.

Cuando empecé a bailar, lo hacía intentando seguir al pie de la letra cada movimiento que me enseñaban. Pero con el tiempo, entendí que los grandes bailarines no son los que repiten mejor los pasos, sino los que se atreven a darles su propio toque.

Ese toque personal es lo que construye el estilo. Es lo que convierte un paso técnico en una expresión auténtica.

El estilo en la vida diaria

Pero el estilo no se queda solo en el baile. También se refleja en la forma en que te comunicas, en cómo gestionas tus emociones y en cómo te relacionas con los demás.

En mi día a día, intento que mi estilo se base en la honestidad y la cercanía. Prefiero ser directo, hablar desde el corazón y conectar con las personas de forma auténtica. A veces eso implica mostrarme vulnerable, reconocer mis errores o simplemente admitir que no siempre tengo todas las respuestas. Pero para mí, ese es mi estilo, y es el que me hace sentir bien conmigo mismo.

El estilo en los proyectos: cuando la originalidad es la clave

En el nuevo proyecto que estoy empezando con Noe, el estilo también es fundamental. No somos los profesores con más experiencia, pero tenemos claro que queremos hacer las cosas a nuestra manera.

Queremos que nuestras clases no solo se centren en pasos y técnicas, sino que reflejen nuestra pasión por el baile y la alegría que sentimos cada vez que pisamos la pista. Queremos que las personas que vengan se sientan libres, que encuentren su propia forma de moverse y que descubran que no se trata de bailar «bien», sino de disfrutarlo a su manera.

Y eso también es estilo: atreverse a hacer las cosas diferentes, aunque no sigan el molde tradicional.

El estilo en el marketing: ser diferente es la clave

En el mundo del marketing hay una verdad muy clara: las cosas se venden por tres razones principales:

  1. Por precio: Cuando el cliente busca lo más económico, sacrificando a veces la calidad o el valor.
  2. Por calidad: Cuando el producto o servicio destaca por ser superior a los demás.
  3. Por ser diferente: Cuando una marca, un producto o incluso una persona logra sobresalir porque aporta algo único.

La tercera opción, la diferencia, es donde entra en juego el estilo. Cuando decides mostrar tu personalidad, tu forma de ver el mundo y la forma en que haces las cosas, estás creando un valor que va más allá del precio o la calidad: estás ofreciendo algo que solo tú puedes dar.

En el proyecto que estoy empezando con Noe, sabemos que no somos los bailarines más técnicos ni los profesores con más experiencia, pero tenemos claro que nuestro valor está en la manera en que compartimos el baile: desde la pasión, el disfrute y la conexión con la música. Eso es lo que hará que nuestras clases no se parezcan a ninguna otra.

El estilo, en este caso, es nuestro sello personal; es lo que hará que quienes vengan a nuestras clases recuerden la experiencia más allá de los pasos aprendidos.

¿Cómo encontrar tu propio estilo?

Encontrar tu estilo no significa inventar algo radicalmente nuevo. Muchas veces se trata de explorar lo que ya te gusta, de permitirte experimentar y de confiar en lo que sientes que encaja contigo.

Algunas claves que me han ayudado a encontrar mi propio estilo son:

  1. Probar cosas nuevas: Atreverse a explorar distintas formas de hacer algo es clave para descubrir lo que realmente te identifica.
  2. No tener miedo a equivocarte: El estilo se construye con el ensayo y el error. Cada vez que pruebas algo y no funciona, estás un paso más cerca de encontrar lo que sí encaja contigo.
  3. Inspirarte sin copiar: Está bien admirar a personas que te inspiran, pero lo importante es encontrar tu propia voz en lugar de replicar la de otro.
  4. Escuchar tu intuición: El estilo no siempre se explica, a veces simplemente «se siente bien». Confía en esas sensaciones.
  5. Ser constante: Tu estilo se fortalece cuanto más lo practicas. Ya sea bailando, escribiendo, trabajando o en cualquier área de tu vida, cuanto más te permitas ser tú mismo, más auténtico será tu estilo.

El valor de ser diferente

A veces intentamos encajar porque creemos que es lo más seguro, pero la verdad es que lo que realmente conecta con los demás es la autenticidad. Mostrar quién eres, con tus virtudes y tus rarezas, es lo que te hace memorable.

Tu estilo no se construye siguiendo lo que hacen los demás, sino atreviéndote a ser tú mismo. Porque lo que de verdad deja huella no es hacer lo que hacen todos, sino encontrar tu propia forma de hacerlo.

Conclusión

El estilo es más que una forma de expresarte; es la huella que dejas en el mundo. Es el reflejo de lo que eres, lo que piensas y lo que sientes. Se trata de mostrar tu esencia, sin miedo a que sea diferente.

En el baile, en la vida y en cualquier proyecto que inicies, tu estilo es tu mayor fortaleza. Es lo que te hace único, auténtico y memorable.

«Nuestro estilo es lo que nos hace diferentes.»

¿Y tú? ¿Cuál es ese toque personal que te distingue del resto?

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